martes, 27 de agosto de 2013

Cosas de los americanos que hemos aprendido del cine americano

Viendo tantas y tantas películas americanas, los yanquis no son un pueblo desconocido para nosotros. He aquí una serie de datos que he visto repetidos en el cine americano que me hacen entender que forma parte de la vida de este país. Aprendamos.

1. Los americanos suelen dejar los vehículos abiertos y, no contentos con el riesgo de robo, suelen dejar las llaves "ocultas" en el tapa sol. En cuantas películas hemos visto que el prota necesita un vehículo, se va al primero que encuentra lo abre sin ningún problema y recoge tranquilamente las llaves del tapasol.
2. Los americanos tienen poderes telepáticos. Me ha llamado la atención en tantas y tantas películas. Dos personajes se acaban de conocer, entonces uno de ellos le dice al otro "¿quedamos para cenar?", el otro/a responde "sí". Y ya no se dan más explicaciones, ni la hora, ni donde vive, ni nada de nada. He llegado a pensar que en el guión no sale cuando se llaman por el móvil, pero me he dado cuenta que estas actuaciones sucedían también en los 80...que no había móviles.
3. Los americanos son unos campeones privando. Cuando van a un bar, o se piden cerveza ( las menos de las veces) o se marcan chupitazos de guiscazo, y además se los toman aopla, es decir, del tirón, con dos cojones. Y esto es indiferente en tíos y tías. Unos cracks, vamos.
4. Los americanos sólo cuentan con una compañía aérea, Oceanic que, por cierto, tiene el mayor ratio de siniestralidad de la historia, ni que fueran aviones de papel. Además es la compañía aérea en la que más secuestros se producen. En fin, si yo fuera vosotros, no cogería un vuelo de Oceanic ni atado.
5. Morgan Freeman es el presidente de los americanos. Estoy convencido de que es Morgan Freeman el presidente, él es el líder de la nación sobre todo cuando hay algún hecho devastador. Y si no lo es, acaba siéndolo al menos provisionalmente. Es un dios...
6. Los jueces americanos tienen como mínimo 80 años. Y un 80% de ellos son negros, y si son juezas, un 90% son negras.
7. Los americanos suelen dejar la puerta de su casa abierta y si, de casualidad, la dejan cerrada, siempre habrá un oportuno hueco en la misma para que pueda pasar el perro o el gato. Y así, el personaje de nuestras películas podrá entrar tranquilamente en la vivienda para descubrir el asesinato, cuernos, o situación embarazosa de turno, el asesino podrá entrar y cortar tranquilamente los cables del teléfono, o el vecino de en frente podrá entrar  atiborrarse de tarta.
8. Los americanos se llevan tías a su cuarto desde que tienen 12 años. O, incluso, las americanas se llevan tíos a su cuarto desde los 12 años. Eso sí que es iniciarse rápido, lo sé por que lo he visto en muchas pelis, el chico o la chica tiene a su mejor colega del otro sexo que, habitualmente, sube a su habitación como Pedro por su casa haya o no haya familia. Incluso cuenta con una entrada alternativa para ir a copular que es la ventana de la casa. Luego pasa lo que pasa.
9. Los ordenadores americanos tienen una tecnología digna del año 3.000. Ya en los 80 me quedé flipado con la velocidad de descarga de los equipos americanos, a día de hoy, podemos comprobar como cualquier ordenador americano puede descargar información a 50.000 gigas en segundo, se pueden hacer programas que recrean situaciones en minutos, el mundo de los hologramas y la composición de situaciones en 3D es un juego de niños, en fin...que nos sacan miles de años de ventaja y no decenas como yo pensaba.
10. Los americanos no tienen lavadoras. Siempre lavan la ropa en lavanderías en donde no hay ni dios atendiendo, llegas metes la ropa y te la llevas. Pero eso sí, las lavanderías son el sitio perfecto para ligar, es allí en donde se suelen encontrar a las cachondas de turno en donde poner en práctica las preceptivas técnicas de ligue aprendidas.

11. Cualquier idiota puede colarse en la Casa Blanca y, si se lo curra, puede hasta raptar al presidente.
12. Los asesinos en serie americanos suelen matar habitualmente a cualquier trabajador de estación de servicio. Lo que me indica que, si voy a trabajar a USA, nunca debo trabajar en una gasolinera, ni de coña.

Desde luego, qué de cosas se aprenden de las películas americanas.


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