Calificar esta película de boñiga impresentable sería demasiado benévolo, entiendo que más bien podemos calificarla como una de esas boñigas mañaneras de resaca, ni muy dura ni tampoco acuosa, que se resiste a dejarse limpiar por el papel higiénico. Típica boñiga que no sólo no te permita disfrutar de una buena boñiga dura y satisfactoria sino que encima es un coñazo para limpiarse el culo. Y encima, estas boñigas suelen abrasarte el esfinter con sufrimiento obvio. Pues eso. El argumento manido y mojonero, pero que más me da, yo tampoco quiero ver una peli de vampiros para que le den un oscar, ya os he dicho que a veces me pone un poco de serie z, de pancetilla, pero esta vez venía caducada. Por otro lado, los vampiros no tienen ni colmillos, Lucy Liu va con una ballesta que se carga sola, ni uno y digo ni uno pero ni un combate medianamente digno en la película. El desenlace de la película es para mearle encima (que es lo que se hace con esas boñigas mañaneras), lo único que se le ven las peras a Lucy Liu por eso no le pongo un rosco. Llevo todo el post hablando de mierda, pues esa es la sensación que se tiene después de ver este gran mojón. Al tal Sebastián Gutierrez (director)Venezolano habría que meterle la cabeza en la taza de water en la que ha caído la mierda que os acabo de describir.
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