Con pocas expectativas iba a ver una película sobre un libro que tenía mitificado además de considerarlo bastante complejo de llevar al cine. De hecho, pensé que la aparición de Harrison Ford durante casi todo el metraje es la típica excusa para compensar un gran mojón. Además, ni puta idea de quien era el director....el de X-men Orígenes, que ni fu ni fa. ¿y que me encuentro? un peliculón como la copa de un pino que no solo adapta bien, sino que mejora alguno de los pasajes que consideraba más complejos del libro. A saber, las batallas en la cámara antigravedad, que supera con creces lo que yo tenía en mi mente, las simulaciones de batallas contra los insectores, que en el libro se describían como una pantalla con puntitos y en la peli lo representan como una brutal megapantalla envolvente con la representación de las naves casi en 3D, o los sueños de Ender a través del juego de la ratita con unas animaciones espectaculares y originales. La elección de los actores me parece, en general, muy acertada, desde luego no puedo dudar que en mi mente aparecían muy parecidos a como son representados en la película, quizás Ender se me antoja pelín crecidito pero no por ello vamos a ponerle pegas. Como pega, de hecho, dos: el metraje es corto (casi dos horas), se podría haber profundizado más en la historia de los hermanos (que ya lo hacen en posteriores libros) o darnos más batallas y simulaciones, pero no desmerece el libro. Es eso, Gavin Hood debería aprender de Peter Jackson. En segundo lugar, la constante cara de cabreo de Harrison Ford llega un momento en que resulta irritante. Por lo demás, peliculón del once, por muy homófobo que sea Orson Scott Card, se merece cada euro que gane con el libro o con esta película.
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