El problema es cuando Disney no se medio esfuerza en hacer un guión original (debería aprender de películas como Lluvia de Albondigas) y se marca un guión que está más visto que las fosas nasales de Belén Esteban. Encima, y yo pensaba que el tema estaba pasado ya se marcan temas musicales que, desde El Rey León y Aladdinn merce la pena no considerar y, para más inri, además de una historia sobada como ella sola, nos encontramos con un dramón de muy señor mío que, incluso, me provocó alguna lagrimita. No puede faltar en estas películas, el animal amigo, el personaje débil pero gracioso ¡por dios no le falta un tópico!, eso sí, la animación cojonuda, que se vaya a tomar por el culo esta película. Por cierto, al final de la película descubrí por que mis hijas tenían tanto interés en ver la película...por el coñazo de la tal Violeta (moda pasajera de 6 meses) que es la que canta la canción principal.
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