Ya la había visto. Adam Sandler, cantante de bodas es abandonado en el altar por su novia. establece una relación con una chica que va a casarse. Historia de amor al uso, sin ton ni son, con una Drew Barrymore en resurrección desde su adolescencia alocada, jovencita y mona, y un Adam Sandler en plan estrella, que no super estrella. Argumento típico, sin sorpresas, predecible...pero todo es una excusa para una banda sonora absolutamente a-po-te-o-si-ca, ochentera a tope, repasa lo más míticos clásicos, cualquier escena es una excusa para hacernos disfrutar de algún temazo, lágrimas en los ojos mientras veía la película. Llena además de homenajes, un Delorean, Billy Idol, la indumentaria ochentera de los personajes (no olvidar que la peli es del 98...)
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