96 capítulos, 96, durante ocho años. Año tras año metódicamente he ido viendo capítulo a capítulo las dudas y las ganas de un asesino en serie sobre su propia condición. Es un asesino en serie que desde su interior oscuro se pregunta cómo sería vivir como el resto de los mortales. En cada temporada experimenta sensaciones nuevas de lo que es ser un ser humano normal, no un asesino en serie. En la primera temporada debe elegir entre la familia biológica y la que la que conoce, aúna pesar de que la condición de la biológica es más parecida a su propia condición que la de ningún otro. En la segunda conoce la lujuria con otra igual y debe decantarse por ello o por la vida "normal". En la tercera la amistad, en la cuarta la envidia de como un igual suyo es capaz de llevar una vida normal, en la quinta la redención por su pecado de la temporada anterior de ayudar a alguien con problemas con sus especiales cualidades, en la sexta el el perdón y la rehabilitación, en la séptima la venganza, y las dudas entre el amor a la familia o a la mujer y en la octava y última la sensación de culpabilidad. Todas esas sensaciones que, durante unos seis años de transcurso de temporada, ha ido experimentando hasta tratar de convertirse en un humano normal
Esta octava temporada nos muestra un Dexter desconocido, a un antagonista psicópata fantásticamente interpretado y un final que, no por presivible, nos deja indiferentes.
A parte, se nos han presentado una serie de personajes con los que llegas a empatizar con todos y conocerlos bien. Es verdad que en todas las serie pasa ésto.
La verdad es que echaré de menos todos los Otoños al psicópata asesino. En posteriores posts, sin spoilers, analizaremos cada una de las temporadas.
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