De momento, la película del año, thriller mágico literalmente, además tremendamente interesante el papel de Morgan Freeman que explica (como puede) cada uno de los trucos extraordinarios que hacen los protagonistas, lo cual, te mete hasta la trócola en el argumento. Bien es verdad que el hilo de la trama encuentra varios momentos de precipitación y vario huecos que no quedan resueltos. Las escena en la que uno de los magos escapa del piso es sencillamente magistral con todo tipo de trucos y artificios en un combate cuerpo a cuerpo. Final sorpresa metido con calzador pero digno que no es la guinda del pastel pero que no lo estropea. La francesa que hace de policía de la interpol está muy rica, por cierto.
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